Funcionarios de alto rango asesinados en la capital
El martes ocurrió un hecho violento que ha generado conmoción a nivel nacional: el asesinato de Ximena Guzmán, secretaria personal de Clara Brugada, titular del gobierno capitalino, y José Muñoz, coordinador de asesores. El ataque se registró en la Calzada de Tlalpan, en la colonia Moderna perteneciente a la alcaldía Benito Juárez.
Descartan robo como móvil
Las autoridades han descartado que el crimen haya sido un asalto o un hecho casual, calificándolo como un atentado directo. La presidenta Claudia Sheinbaum manifestó sus condolencias a las familias y aseguró que el gobierno federal brindará total apoyo en las investigaciones. Por su parte, Clara Brugada suspendió todas sus actividades públicas y afirmó que “no habrá impunidad”.
Operativo y hallazgos preliminares
El doble homicidio generó una movilización de fuerzas de seguridad a nivel local y federal. La Fiscalía y la Secretaría de Seguridad de la CDMX implementaron un operativo especial para ubicar a los responsables. Tras revisar cámaras de videovigilancia, se confirmó la participación de cuatro individuos: el ejecutor y tres cómplices que ayudaron en la huida. Además, se encontró evidencia de que uno de los criminales vigiló a las víctimas con anticipación, lo que confirma una planificación detallada.
Presunto intento fallido previo
Según información revelada, una semana antes del crimen se habría intentado un primer atentado contra los funcionarios, pero fracasó porque José Muñoz llegó tarde al lugar donde se esperaba su presencia. Pablo Vázquez, secretario de Seguridad de la CDMX, y Bertha Alcalde, fiscal capitalina, destacaron que el ataque requirió recursos humanos y logísticos significativos, aunque por ahora se desconoce el motivo principal. Se analizan todas las posibilidades, incluyendo vínculos con organizaciones criminales, aunque no hay pruebas contundentes.
Repercusiones políticas y sociales
El crimen ha generado indignación en el gobierno local y preocupación en la población, que exige mayor protección para todos los ciudadanos. El senador Enrique Vargas afirmó que este hecho demuestra “el fracaso de un sexenio de abrazos no balazos”, criticando las políticas de seguridad implementadas y los recortes presupuestales al sector.
“Nos leemos la próxima semana”
Interrogantes sin resolver
Una de las principales dudas que persisten es sobre quién dio la orden del ataque y cuál fue el objetivo. La jefa de Gobierno ha insistido en que se llegará hasta las últimas consecuencias y se detendrá a los culpables. La falta de medidas de protección en los funcionarios, como vehículos blindados o escoltas, ha generado inquietud sobre la vulnerabilidad de los servidores públicos y, por extensión, de la población general.
“Si ellos, como funcionarios, sufrieron este crimen, ¿qué puede esperar un ciudadano común y corriente? Me queda claro que cuando alguien te puso el dedo, sólo es cuestión de tiempo.”