Historias de niños convertidos en sicarios
Una joven identificada como Sol relata cómo a los 12 años fue reclutada por un cártel mexicano mientras vendía flores en una calle. En poco tiempo escaló posiciones dentro de la organización criminal. “Obedecí al jefe ciegamente”, dijo Sol, ahora de 20 años, a Reuters desde un centro de rehabilitación. La joven afirma que su condición de menor la protegía de severas consecuencias legales.
Sol evita mencionar cuántas personas asesinó durante su estancia en el cártel, aunque confiesa haber sido adicta a las metanfetaminas desde los nueve años. Fue arrestada a los 16 por secuestro y permaneció tres años en un centro de detención juvenil.
Recursos utilizados para reclutamiento
La agencia Reuters logró contactar a miembros menores de grupos criminales a través de redes sociales como Facebook y TikTok. Algunos de estos adolescentes, de entre 14 y 17 años, mostraron imágenes con armas de alto calibre. Muchos aseguraron haber sido reclutados por allegados, buscando un sentido de pertenencia en hogares afectados por el consumo de sustancias y la violencia.
Un menor de 14 años que pidió mantenerse en el anonimato aseguró que “te unes con tu sentencia de muerte ya firmada”, pero justificó su decisión al asegurar que ahora no pasa hambre y tiene un entorno familiar dentro del cártel.
Datos y estadísticas preocupantes
De acuerdo con la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales de Estados Unidos, aproximadamente 30,000 menores han sido reclutados por organizaciones delictivas en México. Organizaciones defensoras estiman que hasta 200,000 niños son vulnerables a ser reclutados. Expertos señalan que la edad promedio de reclutamiento ha disminuido considerablemente.
Un informe gubernamental reveló casos de niños de tan solo seis años involucrados con el crimen organizado. El documento destacó también el uso de videojuegos en línea, particularmente el multijugador “Free Fire”, como herramienta de reclutamiento.
Consecuencias y desafíos sociales
El director de Reinserta, organización enfocada en apoyar a menores víctimas del crimen organizado, mencionó que “vemos cada vez más grupos criminales que secuestran a niños cada vez más pequeños”. Señaló que este fenómeno está vinculado al aumento en el uso de nuevas tecnologías para reclutar jóvenes.
Isabel, otra exintegrante de un cártel, narró cómo su tío la reclutó a los 14 años. Confesó haber participado en un asesinato y haber mantenido una relación con su reclutador pese a la diferencia de 20 años. Reuters no pudo verificar completamente su testimonio, aunque confirmó su arresto como parte de un grupo criminal infantil.
Políticas y respuestas institucionales
En 2021, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos instó a México a combatir el reclutamiento forzado de menores tras conocerse casos en Guerrero. A pesar de los esfuerzos gubernamentales durante los mandatos de López Obrador y Sheinbaum por abordar las causas sociales del crimen, expertos coinciden en que los avances han sido mínimos.
Un problema identificado es la falta de legislación específica que prohíba el reclutamiento infantil. Además, persiste el trabajo no regulado de millones de menores en México, lo que facilita su vinculación con grupos delictivos.
Historias de huida y esperanza
Daniel, quien ingresó a un cártel a los 16 años, huyó del grupo criminal tras tres años de participación directa en actividades delictivas. Actualmente reside cerca de la frontera norte y busca asilo en Estados Unidos para escapar de las amenazas de su antiguo grupo.
Sol, quien ahora estudia derecho en un centro de rehabilitación, espera especializarse en derecho juvenil para ayudar a otros menores a no caer en el mundo del crimen. “Nunca pensé que llegaría a los 20, siempre pensé que moriría”, expresó conteniendo las lágrimas.