El Departamento de Seguridad Nacional (DSN) español ha reconocido en su informe 2024 que la expansión de dispositivos aéreos no tripulados representa un peligro creciente tanto para la sociedad civil como para los entornos militares. Estos aparatos, conocidos como UAS, abarcan desde modelos comerciales accesibles hasta equipos avanzados utilizados para inteligencia y vigilancia.
Riesgos en tiempos de paz y en conflictos armados
El informe destaca que en condiciones normales, estos vehículos pueden afectar la seguridad ciudadana y aeroportuaria. Sin embargo, su impacto letal se ha visto claramente en conflictos como la guerra en Ucrania, donde ambos bandos han integrado drones armados en sus operaciones militares.
Según el documento consultado por Europa Press, ‘el uso ilícito de UAS por grupos terroristas y organizaciones criminales, combinado con su bajo costo, facilidad de operación y dificultad para ser rastreados, plantea un riesgo significativo para actividades aéreas y terrestres’. El DSN también advierte sobre la posibilidad de interferencias graves o pérdidas humanas en eventos multitudinarios si estos dispositivos son empleados con intenciones hostiles.
Desafíos en espacios estratégicos
Las bases aéreas enfrentan un problema crítico por la presencia de estos aparatos, ya que pueden alterar rutas de vuelo, obtener datos sensibles o ser usados con propósitos agresivos, poniendo en peligro tanto la seguridad como el secreto de las operaciones militares. El informe también menciona que se han identificado drones en cercanías de instalaciones nucleares, centros penitenciarios, límites fronterizos y lugares con gran afluencia de personas.
Potencial de uso terrorista
El acceso a UAS recreativos que no requieren registro, fuera del marco establecido por el Real Decreto 2024, podría facilitar su empleo para actividades terroristas. El informe cita específicamente cómo el Estado Islámico ha promocionado el uso de drones cargados con explosivos en su propaganda visual. Además, se han documentado casos de filiales del grupo yihadista empleando estos dispositivos en sus operaciones, así como para recopilar información previa a ataques o grabar los mismos.
Herramientas actuales y futuras necesidades
Según el análisis, los sistemas actuales de inhibición son bastante efectivos contra muchos UAS que operan en frecuencias comerciales. Sin embargo, el informe reconoce que ‘el desarrollo de estos sistemas avanza a un ritmo significativamente más rápido que el de los mecanismos destinados a su detección y neutralización’.
El DSN enfatiza la necesidad de expandir las capacidades de detección e inhibición hacia frecuencias no comerciales e incluso militares. También sugiere actualizar los marcos legales y operativos para mejorar el control de usuarios de UAS, facilitar el intercambio de información internacional y aumentar la protección de infraestructuras de gestión del espacio aéreo.
Iniciativas específicas en España
En el contexto español, las fuerzas de seguridad continúan incorporando equipos de detección de UAS, junto con dispositivos de neutralización como inhibidores móviles. El Sistema Global Contra Drones (SIGLO-CD) ha expandido su red nacional mediante antenas fijas y unidades portátiles que permiten localizar y seguir drones en tiempo real, logrando compatibilidad con otros sistemas de control aéreo.
El programa SUCCAUL, desarrollado por el Ministerio de Defensa, busca fortalecer la vigilancia y control sobre drones pequeños que operan a baja altura y velocidad. ‘Este sistema busca optimizar la seguridad y facilitar una gestión ordenada del espacio aéreo, especialmente en zonas donde la presencia de estas aeronaves es habitual, garantizando su integración de manera eficaz y segura’, indica el informe.