Rechazo a comicios y acusaciones de fraude
El exrepresentante diplomático venezolano Edmundo González Urrutia aseguró que la población del país caribeño demostró una muestra significativa de rechazo durante los comicios regionales y parlamentarios celebrados el 25 de mayo. En declaraciones públicas, señaló que más del 85 % de los ciudadanos no participó en los comicios, considerados por la oposición como una farsa electoral.
“Hoy se cumple una semana de la demostración de fuerza y convicción, que dieron los venezolanos. ¡No más farsa!”, escribió en una publicación en redes sociales, desde su residencia en España donde reside en condición de exiliado desde septiembre de 2024.
Rechazo opositor y resultados oficiales
La alianza opositora conocida como Plataforma Unitaria Democrática (PUD) decidió abstenerse de participar en estos comicios, manteniendo su postura de rechazar los procesos electorales desde las presidenciales de julio del año anterior. La organización continúa denunciando irregularidades en aquellos comicios donde se declaró ganador a Nicolás Maduro, pese a las afirmaciones de la oposición sobre una victoria de su candidato.
Según la dirigente opositora María Corina Machado, la gran mayoría de los venezolanos eligió no participar en los recientes comicios. Esta jornada también estuvo marcada por acusaciones gubernamentales sobre intentos de perturbar el proceso electoral, lo que originó la detención de aproximadamente setenta personas, incluido un exlegislador de la oposición.
Acusaciones cruzadas
El mandatario Nicolás Maduro responsabilizó a la oposición de planear acciones disruptivas, asegurando que habrían invertido más de mil millones de dólares en intentar obtener el control del país. “Mucha plata, se gastaron más de mil millones de dólares para asaltar el poder en Venezuela. Pero la fusión popular, militar, policial perfecta, no los dejó. No pudieron, ni podrán. Ni hoy, ni mañana, ni nunca”, manifestó durante un discurso público.
Maduro también hizo referencias indirectas a Machado, sugiriendo que estaría detrás de intentos de generar desestabilidad. La describió como “la diabla perversa” que intentaría sumir al país en el desorden, vinculándola a episodios violentos posteriores a las elecciones. Según su versión, las protestas registradas los días 29 y 30 de julio buscaban promover caos y desestabilización, incluso con la supuesta intervención de elementos mercenarios.
Contexto político y reacciones internacionales
Las declaraciones de Maduro contrastan con las visiones que su equipo asocia a la oposición: “violencia, guarimba, amenaza, desestabilización, guerra psicológica, guerra económica”, según su discurso.
Estos intercambios de acusaciones ocurren en un entorno de alta tensión política, donde ambas partes suelen atribuirse mutuamente actos de corrupción y desestabilización. Los líderes de la oposición sostienen que estas denuncias son una estrategia para justificar acciones represivas.
Organismos internacionales han expresado su preocupación por el nivel de polarización en Venezuela, destacando la importancia del diálogo para resolver los problemas económicos y sociales que enfrenta la nación. Mientras tanto, la comunidad global mantiene su atención sobre los movimientos políticos en el país y las respuestas del gobierno ante las acciones de la oposición.