El Big Four vuelve a reunirse en París
En una jornada llena de emociones en Roland Garros, Rafa Nadal fue el protagonista absoluto de un homenaje que reunió a los cuatro grandes del tenis moderno. Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray sorprendieron al público al aparecer en vivo durante la ceremonia, en un momento inesperado tras una falsa avería en las pantallas del estadio. Las tres leyendas del deporte aparecieron en la pista central Philippe Chatrier, donde compartieron escenario con Nadal y dejaron en evidencia los lazos que trascienden la competencia deportiva.
Un legado más allá de los trofeos
Con 69 títulos de Grand Slam, 341 trofeos ATP y nueve medallas olímpicas entre todos, los cuatro tenistas demostraron que la rivalidad puede convivir con el respeto y la amistad. “Todos alcanzamos nuestros sueños. Fuimos tenistas profesionales, jugamos en los escenarios más importantes, fuimos grandes rivales, […] pero demostramos al mundo que se puede pelear con todas tus fuerzas y al mismo tiempo ser amigos y respetarse”, expresó Nadal durante su discurso. “No necesitas odiar a tu rival para intentar derrotarlo con todas tus fuerzas”, añadió el tenista español.
Una placa para la historia
El momento culminante del evento llegó con la presentación de un homenaje permanente en la tierra batida parisina: una placa blanca con el nombre de Nadal, la huella de su calzado deportivo y la Copa de Mosqueteros marcada con el número 14, en honor a sus victorias en el Abierto de Francia. “Muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias”, fue lo único que logró decir el tenista manacorí, visiblemente conmovido ante el gesto del torneo francés.
Figuras internacionales en la platea
Entre el público asistente se encontraban importantes figuras del deporte mundial. Carlos Alcaraz e Iga Swiatek, actuales referentes del tenis en tierra batida, estuvieron presentes. “Eras y sigues siendo la mayor fuente de inspiración que he tenido en el tenis”, aseguró Swiatek sobre Nadal. También asistieron el entrenador de Alcaraz, Juan Carlos Ferrero, el exjugador Diego Schwartzman, y el exfutbolista francés Yannick Noah. Su amigo Pau Gasol también estuvo entre los asistentes.
Recuerdos olímpicos en París
El tenista español recordó su participación en el relevo de la antorcha olímpica de París 2024, un momento especial en el que recibió la llama de manos de Zinedine Zidane, su referente futbolístico. “Me ofrecisteis, como parte del final de mi carrera, la oportunidad de recibir la antorcha olímpica de manos de Zizou”, rememoró emocionado.
Homenaje íntimo a su familia
En un momento de profunda emotividad, Nadal dedicó palabras especiales a su familia, especialmente a sus abuelas, “con 94 y 92 años, tengo la gran suerte de que estéis hoy aquí”, y a su tío Toni Nadal, entrenador durante sus primeros años profesionales. “Eres la razón por la cual estoy aquí. Gracias por haber dedicado una gran parte de tu vida a querer estar conmigo”, dijo con voz entrecortada.
La ternura del legado familiar
El pequeño hijo de Rafa Nadal se convirtió en una de las figuras más entrañables del evento. Al finalizar la ceremonia, el tenista lo recibió en brazos para saludar al público y lo presentó a sus compañeros del Big Four. “Quiere jugar”, comentó con humor al ver el entusiasmo del menor por la pista vacía. También se lo vio interactuando con Alcaraz tras el evento.