Manifestaciones y respuesta gubernamental
El mandatario estadounidense, Donald Trump, responsabilizó a “insurrectos” y “agitadores profesionales” por los disturbios generados en Los Ángeles durante operativos migratorios. En su regreso a la Casa Blanca, el presidente indicó que ordenó el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional para controlar las protestas.
“Las personas que generan los disturbios son agitadores profesionales e insurrectos”, manifestó Trump ante cuestionamientos sobre los disturbios en la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos. “Son individuos peligrosos, deberían ser detenidos”, enfatizó.
Polémica con autoridades locales
La administración federal utilizó una legislación poco común, conocida como Título 10, para implementar la presencia militar en la urbe californiana, a pesar de que el gobernador estatal, Gavin Newsom, consideraba innecesario dicho despliegue.
Trump criticó abiertamente al mandatario demócrata: “Ha realizado un trabajo lamentable. Aunque me simpatiza Gavin Newsom, es una persona amable, pero extremadamente inepto, todos lo reconocen”. El presidente anteriormente había respaldado la sugerencia del coordinador fronterizo Tom Homan sobre posibles acciones legales contra Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass.
Reacciones internacionales y sociales
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió un comunicado exhortando a una “desescalada” tras varios días de disturbios en la megalópolis. Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general de la ONU, expresó: “No deseamos observar una mayor militarización del escenario y solicitamos a todas las instancias, locales, estatales y federales, que colaboren en esta dirección”.
En Paramount, comunidad donde el 36% de los residentes nacieron en otro país, vecinos expresaron su rechazo a la presencia militar. “Solo hay trabajadores aquí, porque esta comunidad fue construida por inmigrantes”, afirmó un residente mientras otros mostraban pancartas de protesta y banderas de sus países de origen.
Impacto en la comunidad migrante
El Departamento de Seguridad Nacional informó que las operaciones recientes en Los Ángeles resultaron en la detención de 118 personas sin documentos migratorios. A pesar de que el gobierno negó haber realizado redadas en Paramount, el temor persiste entre los residentes indocumentados.
“La vida aquí es muy costosa y mi pensión no es suficiente”, comentó Pedro, un salvadoreño de 70 años con documentos regularizados, quien manifestó su preocupación por la situación: “Esto no terminará, las redadas continuarán. Se está volviendo imposible vivir con este presidente”, indicando que evalúa retornar a su país natal.
“Turbas violentas e insurrectas acosan y atacan a nuestros agentes federales para intentar detener nuestras operaciones de deportación. Pero estos disturbios ilegales solo refuerzan nuestra determinación. Se restablecerá el orden, los inmigrantes indocumentados serán expulsados y Los Ángeles será libre”