Acuerdo aéreo que redefine alianzas industriales
El gobierno chino analiza concreta uno de los pedidos más grandes de aeronaves comerciales en la historia, que incluiría entre 300 y 500 aviones de la compañía europea Airbus. La posible transacción, que podría anunciarse durante julio coincidiendo con la visita de líderes europeos a Pekín, consolidaría a la empresa europea como el principal proveedor aéreo del gigante asiático.
El volumen exacto del contrato aún se encuentra en negociación, aunque predominarían modelos A320neo, la familia de aeronaves de pasillo único más exitosa de Airbus. También se contemplan aviones de fuselaje ancho como el A350, destinados a operaciones de largo alcance.
Retirada progresiva de Boeing en territorio chino
La firma estadounidense Boeing ha experimentado una merma significativa en su presencia comercial en China desde hace varios años. Esta tendencia se agudizó tras los siniestros del modelo 737 MAX y el incremento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y el gobierno chino. Aunque recientemente se autorizó parcialmente la reanudación de operaciones del 737 MAX, su recuperación en el mercado asiático es mucho más lenta comparada con su competidora europea.
Estadísticas del sector indican que Airbus mantiene más de 1,100 aeronaves en operación en aerolíneas chinas, mientras Boeing tiene aproximadamente 600 unidades en servicio. Esta brecha marca un contraste significativo considerando que ambas empresas compartían el liderazgo en el mercado chino hasta hace relativamente poco tiempo.
Cooperación tecnológica entre China y Europa
El posible anuncio coincide con una gira diplomática de dirigentes europeos en China, lo que convertiría este acuerdo en un símbolo de fortalecimiento de vínculos. Airbus y el gobierno chino mantienen una colaboración fluida desde hace años, que se ha concretado en diversos proyectos industriales y tecnológicos.
En 2023, la compañía europea amplió sus instalaciones de ensamblaje final en Tianjin, permitiendo mayor producción local. Además, planea establecer una segunda línea de fabricación en dicha planta para 2026, lo que profundizará su asociación con el sector aeroespacial chino.
Proyección de crecimiento aéreo en Asia
El voluminoso pedido responde a la creciente demanda de vuelos internos y regionales en China. La empresa europea pronostica que el país requerirá más de 9,500 nuevas aeronaves comerciales durante las próximas dos décadas, lo que equivaldría al 23% de la demanda global. Factores como el crecimiento de la clase media, la expansión urbana y el incremento del turismo sustentan estas proyecciones.
El modelo A320neo, columna fundamental de la oferta de Airbus, destaca por su eficiencia en el consumo de combustible y su menor impacto ambiental, características que lo posicionan como opción preferida en la transición hacia una aviación más sostenible.
Impacto en relaciones internacionales
El distanciamiento de China respecto a Boeing ocurre en un contexto de creciente tensión comercial y tecnológica con Estados Unidos. Las restricciones a exportaciones, controles a inversiones extranjeras y la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump han deteriorado los vínculos económicos bilaterales.
Boeing no ha logrado reactivar significativamente sus entregas a aerolíneas chinas en los últimos meses, sin recibir nuevos pedidos desde 2017. Este escenario refleja el entorno desfavorable para los intereses comerciales estadounidenses en el país asiático.
De concretarse el acuerdo, Airbus reforzaría no solo su liderazgo en el mercado chino, sino también su posición global frente a Boeing, que enfrenta retrasos productivos, reducción de entregas y desafíos regulatorios. Este movimiento podría incrementar las tensiones entre Estados Unidos y China, interpretándose como una señal estratégica del país asiático hacia Europa.
Desde la perspectiva china, se trata de una decisión pragmática basada en la búsqueda de un socio que ofrezca mayor estabilidad, presencia local y garantías de cumplimiento. El potencial acuerdo marcaría un punto de inflexión en la industria aeronáutica mundial, reflejando una postura política que busca diversificar alianzas tecnológicas e industriales alejadas de la influencia estadounidense.