El Tribunal Federal de Massachusetts emitió una suspensión provisional sobre la orden del presidente Donald Trump que impediría el ingreso a Estados Unidos de estudiantes y profesionales extranjeros afiliados a la Universidad de Harvard. La jueza Allison Burroughs fundamentó su decisión en el riesgo inminente de daños irreparables para la institución académica.
Acción legal inmediata
La orden judicial se dictó horas después de que Harvard presentara una demanda contra la proclama presidencial, firmada el miércoles bajo el pretexto de “mejorar la seguridad nacional abordando los riesgos en la Universidad de Harvard”. La institución educativa denunció que la medida viola derechos constitucionales y constituye una represalia gubernamental.
“El tribunal no esperó la respuesta del gobierno porque Harvard sufriría daños inmediatos e irreparables antes de que haya una oportunidad de escuchar a todas las partes”, destacó la jueza en su resolución, según publicó The Harvard Crimson.
Antecedentes de conflicto
La universidad había presentado previamente una solicitud para modificar una demanda iniciada tras la cancelación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP) por parte de la Administración Trump el 23 de mayo. Burroughs había fallado a favor de Harvard en esa ocasión, generando una reacción escalada del expresidente.
En su última proclamación, Trump calificó a Harvard como un “destino inadecuado para estudiantes e investigadores extranjeros”, acusándola de mantener “vínculos extranjeros preocupantes y radicalismo”. Dentro de su campaña contra universidades de élite, también cuestionó las manifestaciones propalestinas en sus campus y criticó sus políticas de diversidad, equidad e inclusión.
Impacto en estudiantes internacionales
La medida afecta a un grupo significativo de estudiantes, ya que el 27% de la matrícula corresponde a internacionales para el ciclo 2024-2025. La incertidumbre generada impacta tanto a nuevos aspirantes como a quienes planean regresar tras las vacaciones.
Un estudiante anónimo de la Harvard Kennedy School of Government expresó: “Sabíamos que iba a ser un verano largo, pero lo que más preocupa es la incertidumbre”. Otro alumno, Alfred Williamson, consideró que “esto es otra muestra autoritaria de extralimitación del gobierno que castiga a los estudiantes internacionales por asistir a una universidad que se niega a doblegarse”.
Medidas judiciales y respuestas gubernamentales
La jueza Burroughs otorgó una orden preliminar que mantiene vigente el Programa de Visitantes de Intercambio hasta el 20 de junio, mientras se desarrolla el proceso legal. Harvard solicitó además una protección permanente para sus estudiantes.
La Casa Blanca justificó la proclamación afirmando que “Harvard ha demostrado un historial de radicalismo e influencia extranjera preocupante”, sin aportar evidencia concreta. También criticó a la universidad por no entregar expedientes de estudiantes internacionales a las autoridades federales.
Esta disputa ocurre en un contexto de creciente hostilidad gubernamental hacia instituciones académicas consideradas liberales. Paralelamente, la secretaria de Educación advirtió que la Universidad de Columbia podría perder su acreditación si no cumple con los requerimientos del Ejecutivo.