Regreso a las redes y polémicas recientes
Meghan Markle, de 43 años, ha estado bajo constante atención mediática desde que inició su relación pública con el príncipe Enrique de Inglaterra en 2017. Su partida de la realeza británica en marzo de 2020, seguida por una entrevista con Oprah Winfrey, un documental en Netflix y las memorias del hijo menor del rey Carlos III, han mantenido su figura en el centro del debate público. En enero de este año, retomó su presencia en redes sociales, decisión que le ha permitido compartir detalles de su vida personal que antes mantenía oculta.
Su retorno a Instagram, plataforma que dejó en 2017 tras comprometerse con el príncipe Enrique, marca un giro tanto personal como profesional. Actualmente, tiene 3,8 millones de seguidores, aunque también ha enfrentado críticas. Hace dos semanas, generó controversia al publicar contenido relacionado con el cumpleaños de su hija menor, Lilibet Diana, incluyendo un video en el que ambos duques aparecen en una habitación hospitalaria el día del nacimiento, bailando para intentar inducir el parto. El material se volvió viral rápidamente.
Reflexiones en el podcast y respuesta a las críticas
Durante una participación en el podcast Aspire with Emma Grede, Markle abordó las críticas que recibió por ese video. Algunos detractores cuestionaron la contradicción entre su deseo de privacidad y la decisión de compartir ciertos momentos familiares, como ese baile en el hospital, aunque no muestre las caras de sus hijos.
“Tienes que ser auténtica. ¿Viste mi baile de Baby Momma? Eso fue hace cuatro años”, señaló Markle. Y añadió: “También es un gran recordatorio de que, a pesar de todo el ruido o lo que sea que la gente haga, todavía hay una vida, una vida real, auténtica y divertida, que sucede tras las bambalinas”.
Varios medios británicos, como Daily Mail y The Telegraph, interpretaron sus declaraciones como una crítica implícita hacia la familia real británica. En su intervención, Markle destacó que ahora puede actuar con libertad: “Estoy agradecida de que ahora, al haber vuelto a las redes sociales, tenga un espacio donde poder compartir mi vida en mis propios términos”. Su cuenta se ha transformado en una herramienta para exhibir aspectos personales, especialmente de sus hijos, y promover sus proyectos profesionales.
La relación con la realeza británica
A pesar de sus esfuerzos por construir una identidad independiente de los Windsor, la conexión con la casa real persiste. A mediados de mayo, el príncipe Enrique expresó en una entrevista para la BBC su interés en reconciliarse con su padre, el rey Carlos III. Actualmente, reside en Montecito, California, pero reconoce el deseo de retornar a su tierra natal, aunque las declaraciones públicas que ambos hacen sobre la familia real complican esa posibilidad.
Por otro lado, la familia real británica ha optado por mantenerse al margen de estas controversias, concentrándose en sus actividades oficiales, las cuales han retomado su ritmo tras un período de interrupciones debido a diagnósticos de cáncer tanto para Carlos III como para Kate Middleton.
Al ser cuestionada por Grede sobre si cambiaría algo de su historia pública, Markle respondió:
“Sí, le pediría a la gente que dijera la verdad”.
Esta respuesta resume la postura que ambos duques han mantenido durante años: el derecho a controlar su propia narrativa.