Llamado de auxilio del director de Interapas

El titular del organismo encargado del suministro de agua en San Luis Potosí, Daniel Hernández Delgadillo, ha solicitado colaboración financiera inmediata por parte de los tres órdenes de gobierno. La solicitud se fundamenta en la crítica situación de la infraestructura hidráulica local, que no ha sido actualizada desde hace cuatro décadas, tiempo en el cual la mancha urbana ha crecido aceleradamente.

Infraestructura rebasada por el crecimiento urbano

“Tenemos una infraestructura que data de hace 40 años. No fue diseñada para el desarrollo habitacional exponencial que hoy experimentan la capital, Villa de Pozos y parte de Soledad”, señaló el director general. Esta deficiencia afecta especialmente a zonas urbanas de baja altitud donde se han registrado reiteradas inundaciones por acumulación de aguas pluviales.

Fuerte carga financiera sin subsidios gubernamentales

Interapas enfrenta una creciente demanda de recursos económicos para mantener operaciones, sin recibir apoyos estatales o federales. “Si la gente no paga, no hay dinero. Y enfrentamos una enorme carga de gastos operativos”, afirmó el funcionario, quien destacó la importancia de los pagos puntuales de los usuarios para garantizar el correcto funcionamiento del sistema.

Operativos de limpieza para mitigar emergencias

A pesar de las limitaciones presupuestarias, el organismo ha participado activamente en campañas de desazolve coordinadas con el municipio, enfocándose en los puntos más críticos del sistema de drenaje. “Estamos trabajando con el equipo de gran poder para limpiar zonas inundables. El presidente municipal solicitó nuestra colaboración y respondimos con todo nuestro equipo”, informó Hernández Delgadillo, reconociendo el esfuerzo del personal operativo.

Renovación de infraestructura como prioridad nacional

El director enfatizó que la actualización del sistema de drenaje no es solo un tema técnico, sino una medida preventiva fundamental para evitar catástrofes urbanas. “Cuando el sistema de drenaje es viejo, está mal mantenido o saturado, simplemente no puede evacuar el agua con la rapidez necesaria”, aseguró, describiendo cómo el agua termina estancándose o desbordándose en calles y viviendas.

El martes 5 de junio de 2003 se vivió una de las tragedias más impactantes en la comunidad de Balastrera, ubicada cerca de la autopista Veracruz-Puebla. La explosión de ductos de Pemex durante una intensa tormenta generó una barrancada que arrastró lodo, piedras y troncos desde el Pico de Orizaba, dejando un saldo incierto de víctimas y un profundo temor en los habitantes.

Un día de caos y destrucción

El desbordamiento del río Chiquito, afluente que nace en el Pico de Orizaba, fue el detonante de la catástrofe. El material arrastrado por el agua impactó los ductos de petróleo, provocando una explosión cuyo resplandor alcanzaba a verse desde municipios cercanos. En cuestión de minutos, la zona quedó envuelta en llamas. Vehículos pesados, loncherías y hasta un tráiler con aves fueron consumidos por el fuego.

Los sobrevivientes relataron que corrieron desesperados para salvar sus vidas, algunos hacia el campo deportivo y otros al cementerio local. Las familias que lograron escapar se refugiaron en las faldas del monte, donde pasaron la noche temerosos y sin saber qué había pasado con sus seres queridos.

Respuesta de emergencia y cifras inconclusas

Los equipos de rescate de la Cruz Roja lograron llegar horas después para atender a los heridos, muchos de ellos con quemaduras de gravedad. Los periodistas Daniel Serrano, Emilio González, Gerardo Cruz, Jacinto Romero, Patricio Apale y el fotógrafo Samuel Hernández fueron de los primeros en documentar el desastre. Inicialmente se manejó la cifra de 120 desaparecidos, que posteriormente se redujo a 38, pero hasta la fecha no se tiene un número exacto de fallecidos.

El acceso a la zona fue restringido durante las primeras horas, limitando la entrada solo a los cuerpos de bomberos. Algunos reporteros lograron acercarse en taxis o motocicletas, enfrentando el caos y los riesgos de una zona que parecía un campo de guerra.

Un miedo que persiste con los años

Veintidós años después, los habitantes de Balastrera continúan con el temor de que una tragedia similar se repita. Durante cada temporada de lluvias, muchos vigilan con ansiedad los niveles del río Chiquito, temiendo que los desbordamientos vuelvan a poner en peligro sus vidas.

Un proyecto de ruta de evacuación quedó en el limbo: se planeaba un camino desde el pueblo hasta el panteón y luego hacia la autopista, pero hoy la única salida de emergencia conduce a dos gasolineras construidas posteriormente al accidente.

Un accidente que sigue sin respuestas

A pesar del tiempo transcurrido, persisten preguntas sin resolver. No hay un registro oficial del número exacto de personas que perdieron la vida. Tampoco se han implementado medidas definitivas para prevenir un nuevo desastre. Lo que sí queda claro es que la explosión de los ductos de Pemex marcó para siempre a Nogales, dejando cicatrices imborrables en quienes lo vivieron.

Lanzamiento de la estrategia ambiental en Puerto Morelos

Desde la playa Punta Brava en Puerto Morelos, Quintana Roo dio inicio a la Estrategia Nacional de Limpieza y Conservación de Playas y Costas 2025-2030, proyecto impulsado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. La gobernadora Mara Lezama Espinosa participó en el evento, que se conectó con la conferencia de prensa matutina de la titular del Ejecutivo federal, junto con la Procuradora Federal de Protección al Ambiente, Mariana Boy Tamborrell.

La mandataria estatal resaltó que este programa busca eliminar completamente los plásticos de las costas mexicanas en cinco años. Destacó la relevancia del Día Mundial del Medio Ambiente como marco para anunciar esta iniciativa, subrayando que la contaminación plástica afecta directamente los recursos naturales que utilizamos diariamente.

Acciones concretas en el estado

La gobernadora informó que su administración ha implementado medidas específicas para combatir la contaminación, incluyendo programas de reciclaje comunitario, educación ambiental, limpieza de playas y protección de fauna marina.

“Hagamos de esta estrategia el punto de partida de una Nueva Era para nuestro mar, para nuestras playas. Y desde Quintana Roo, con hechos y no con palabras, decimos, claro que se puede…”

afirmó durante su discurso.

Participación de autoridades locales y federales

El secretario de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo, Óscar Rébora Aguilera, señaló que la salud de las playas refleja la relación de la sociedad con la naturaleza.

“No es fácil la situación que vivimos. Los desafíos ambientales son profundos y urgentes, pero hoy contamos con una Gobernadora que no solo reconoce esa realidad, sino que actúa con firmeza y compromiso por el medio ambiente”

destacó en su intervención.

La ceremonia contó con la presencia de presidentas y presidentes municipales de Puerto Morelos, Playa del Carmen, Benito Juárez y Tulum, así como autoridades federales y del sector naval, quienes respaldaron este esfuerzo colectivo encabezado por la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra.