Una institución educativa religiosa en Tennessee excluyó a una estudiante de sus actividades académicas y sociales, incluyendo su ceremonia de graduación, tras su salida del clóset en redes sociales. La joven denunció públicamente a compañeros partidarios de Donald Trump, lo que desencadenó medidas disciplinarias por parte de las autoridades escolares.
Publicación en redes desencadena conflicto
Morgan Armstrong, alumna de último año en Christian Preparatory School de Cleveland, compartió en abril su orientación sexual mediante una publicación en sus perfiles digitales. La entrada incluía fotografías junto a su pareja y el mensaje “gatos de la bolsa” acompañado de un emoticono multicolor.
En una comunicación privada con amistades, solicitó apoyo para su publicación mencionando que existían estudiantes en la institución que “apoyaban despiadadamente a Trump y se hacían llamar ‘cristianos’”. Esta conversación fue utilizada por la dirección como base para su posterior sanción.
Amenazas de retención de diploma y difusión de registros
Durante una reunión con autoridades escolares, Morgan y su padre recibieron una carta que distorsionaba el contenido real de su mensaje. El documento aseguraba que la estudiante había emitido comentarios despectivos hacia la comunidad educativa, afectando negativamente la imagen institucional.
El documento oficial indicaba que la adolescente quedaría excluida del campus, eventos académicos y su propia graduación. Además, se le advirtió que su título académico podría ser retenido si continuaba con lo que la escuela calificaba como difamación. Señalaban que sus interacciones digitales serían compartidas con instituciones educativas superiores como parte de su expediente académico.
Familia y abogado denuncian violación de protocolos
El representante legal de la familia, Daniel Horwitz, destacó que la publicación no hacía referencia a la institución educativa. Según el manual de convivencia escolar, las faltas relacionadas con redes sociales deberían generar suspensiones menores, no sanciones tan extremas.
La madre de Morgan, Monica, expresó su indignación ante la reacción institucional: “Me sorprendió y luego fui a ira”. La joven mencionó que esperaba reacciones diversas por su revelación, pero nunca imaginó ser excluida de su propia graduación por un malentendido.
Reversión parcial de medidas y protesta pacífica
Tras la atención mediática generada, la escuela anunció que entregará el diploma académico a Armstrong, aunque mantiene su postura disciplinaria. El director institucional emitió un comunicado afirmando el compromiso con la alumna y deseándole éxito en sus estudios universitarios.
El día de su graduación, Morgan realizó una protesta pacífica frente al plantel junto a su familia. “Fue difícil tener que pararse al otro lado de la calle sabiendo que las personas con las que he crecido durante los últimos cuatro años pudieron cruzar el escenario y no se me permitió”, relató la estudiante sobre la experiencia.