Chetumal.— Las recientes precipitaciones han dejado al descubierto la fragilidad de una obra millonaria en el municipio de Othón P. Blanco: el zoológico Payo Obispo. Las instalaciones, que recibieron una importante inversión pública, resultaron inutilizadas por las inundaciones, lo que ha generado críticas generalizadas sobre la falta de planeación por parte de la administración de Yensunni Martínez.
Fallas en infraestructura y respuesta gubernamental
Los estragos causados por las lluvias han evidenciado una deficiente planificación del proyecto, pese a que las autoridades conocían los patrones climáticos de la región. No se implementaron medidas preventivas ni protocolos de protección, lo que ha dejado al recinto sin operatividad y sin un plan claro de recuperación.
Mientras tanto, el diputado local Héctor Pérez Rivero ha sido señalado por aprovechar la situación para ganar visibilidad en medios y redes sociales. Su participación ha sido calificada como oportunista, priorizando su exposición política sobre la atención real a las afectaciones en la población.
Emergencia sanitaria y descontento social
La situación se agrava con la suspensión del servicio de recolección de basura, lo que podría derivar en una crisis sanitaria si no se actúa con prontitud. Los ciudadanos expresan su descontento frente a una administración que, según señalan, enfoca más esfuerzos en propaganda que en resolver los problemas reales de las comunidades afectadas por las lluvias.
Además de los daños en el zoológico, las precipitaciones han dejado caminos colapsados, colonias incomunicadas y comunidades anegadas, sin una respuesta efectiva del Ayuntamiento.
Dependencia económica del mercado beliceño
La capital quintanarroense enfrenta una crisis económica marcada por la dependencia del mercado beliceño. La caída en las ventas y la falta de estrategias locales para reactivar el consumo interno han orillado a empresarios a buscar soluciones en el flujo de visitantes provenientes de Belice, sin que existan alternativas sólidas para fortalecer el comercio local.
Las restricciones en la frontera han reducido el ingreso de ciudadanos beliceños, impactando directamente a comercios, prestadores de servicios y pequeñas empresas que dependen del dólar beliceño para su supervivencia.
“Desde Coparmex reiteramos nuestro compromiso de fortalecer esta cooperación con Belice”, afirmó Josué Osmany Palomo Hoil, presidente de Coparmex Chetumal, sin proponer estrategias claras para fomentar el turismo interno o apoyar a emprendedores locales.
Gobierno municipal cuestionado en José María Morelos
En otro frente, el alcalde de José María Morelos, Erik Borges Yam, ha sido criticado por su aparente inacción ante las afectaciones por lluvias. Ciudadanos denuncian que sus apariciones públicas han sido meramente simbólicas, sin que se implementen acciones concretas de apoyo a las comunidades afectadas.
Los habitantes de localidades como San Carlos y Naranjal señalan que el edil solo se presentó para encabezar actividades de limpieza sin establecer protocolos reales de protección civil ni soluciones a los daños por inundaciones.
La percepción ciudadana indica que Borges Yam, autodenominado “Revelde”, prioriza su imagen sobre las necesidades reales de la población, en momentos donde se requiere una acción institucional efectiva.
Incremento en medidas de seguridad en viviendas
La creciente inseguridad en Quintana Roo ha impulsado a miles de familias a invertir en medidas de protección para sus hogares. Puertas metálicas, candados especiales, rejas, cercas eléctricas y cámaras de videovigilancia se han convertido en prioridad para muchos, con un gasto promedio de tres mil pesos por familia.
Según el Inegi, esta cifra supera el promedio de pérdidas económicas por robo a viviendas, que se estima en dos mil pesos. La inversión refleja el temor generalizado y la desconfianza en las instituciones de seguridad pública, cuyo número de agentes es insuficiente para atender la creciente demanda.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Quintana Roo registró 22 mil 442 delitos denunciados en los primeros cuatro meses de 2025, sin contar con la cifra negra de ilícitos no reportados. A pesar del esfuerzo individual de las familias, la percepción de inseguridad continúa creciendo.