Acceso a justicia para todos
La Defensoría Pública de la Ciudad de México ofrece servicios jurídicos sin costo a quienes no pueden pagar un abogado privado. Este programa gubernamental está integrado por aproximadamente 640 abogados que asisten a los ciudadanos en asuntos civiles, familiares, mercantiles, penales y casos con adolescentes.
Profesionales comprometidos
El licenciado Levi Salazar, con dos años y medio de experiencia en el organismo, asegura que su labor consiste en “defender las garantías y derechos de las personas que no tienen los recursos para contratar a un abogado particular para que no se les violente ni se sigan cometiendo abusos e injusticias en su contra”.
Políticas de acercamiento y mejora continua
La actual administración capitalina encabezada por Clara Brugada ha implementado programas para actualizar a los defensores públicos y mejorar la calidad de sus servicios. Entre estas iniciativas se encuentra la participación en jornadas de trabajo en colonias mediante el programa “Casa por Casa”, acercando la justicia a los hogares de los ciudadanos.
“El objetivo es crear una Defensoría Pública especializada, pero además cercana a la gente, que los defensores no vayan solamente a la oficina… Vía el programa ‘Casa por Casa’, por ejemplo, vamos con defensores públicos a que la gente nos cuente qué problemáticas tienen”, destacó Juan José Torres Tlahuizo, director general de Servicios Legales de la CEJUR.
Formación de alto nivel
Como parte del proceso de profesionalización, se lleva a cabo un “Curso Básico sobre Interpretación, Argumentación, Razonamiento Probatorio y Teoría del Caso” en el Acervo Histórico de Notarías de la CDMX. Este programa ha capacitado ya a 164 abogados en sus dos primeras generaciones y espera formar a 120 más en su tercera edición.
Las capacitaciones buscan elevar la calidad de los servicios legales mediante simulaciones de juicios orales y análisis de casos exitosos. Participantes como Apolinar Ramírez valoran la inclusión de personas con discapacidad y la atención a sectores vulnerables.
“Este tipo de cursos nos ayudan para poder llevar a cabo nuestro trabajo con calidad y, ¿por qué no?, con calidez a los ciudadanos”, comentó la defensora pública Aidé Cerón.
Reconocimiento y desafíos
Algunos trabajadores han expresado descontento por los cambios, pero la mayoría apoya las reformas. “Se han desmantelado redes de personas que estaban ‘becadas’, y decimos ‘becadas’ porque no se presentaban a trabajar y sin embargo seguían cobrando”, afirmó Levi Salazar.
“Si eres defensor público, entonces tienes que trabajar. Y no son imposiciones, simplemente nos piden hacer a lo que estamos obligados, que es venir a trabajar como defensores de oficio. No piden más de lo que indica la ley”, agregó.
Juan José Torres asegura que el propósito final es que “se conozca y se reconozca al defensor público, que se le dé la importancia que tiene en el sistema de justicia y que la CDMX ‘pueda estar orgullosa de contar con una de las mejores defensorías públicas del país’”.