Alerta por consumo temprano en Sinaloa
En Sinaloa, un alarmante 20% de estudiantes de sexto grado de primaria a tercero de secundaria ya ha tenido contacto con bebidas alcohólicas, según registros de la organización Sociedad Educadora. Esta realidad refleja una tendencia preocupante al reducirse cada vez más la edad de inicio en el consumo.
Estadísticas que impactan
Según los diagnósticos realizados entre enero y mayo de 2025, Nilzy Angulo, analista de la organización, señala que el 23% de los estudiantes encuestados ha consumido alcohol con cierta frecuencia. Datos oficiales de la ENSANUT 2023 revelan que el 18.1% de los adolescentes entre 10 y 19 años en Sinaloa reportó consumo en el último año, con un 11.2% que reconoció ingestas excesivas.
Factores de riesgo psicosocial
El programa Decide, Yo Sí Digo No, iniciado en 2022, implementa diagnósticos previos a intervenciones escolares para identificar no solo consumo, sino también factores de riesgo en entornos familiares y escolares. “Tal vez el niño no quiere consumir, pero tal vez está vulnerable en el ámbito escolar, le hacen bullying, o en su familia se consume bastante alcohol, o hay violencia. Todo eso lo medimos”, explica Angulo.
Estrategias de prevención innovadoras
El enfoque utilizado por Sociedad Educadora se distingue por no basarse en el miedo, sino en el fortalecimiento personal. Tras el diagnóstico, se implementa un taller de 12 sesiones que aborda autoestima, resiliencia, toma de decisiones y habilidades socioemocionales. “Nos centramos más que nada en la persona, en el ser humano, en fortalecer las habilidades socioemocionales de los niños y las niñas… para que tengan la autonomía de decir no ante esa presión”, afirma la especialista.
Impacto y cobertura del programa
Desde su implementación en 2022, la iniciativa ha alcanzado a más de 26,000 estudiantes en 192 escuelas públicas de nueve municipios sinaloenses. Solo en lo que va de 2025, se han intervenido 2,600 estudiantes en 34 instituciones ubicadas en zonas de alto riesgo por narcomenudeo.
Entorno familiar y normalización del consumo
El entorno familiar es un elemento clave en esta problemática, con el 78% de los estudiantes reconociendo consumo en sus hogares. “Hay una percepción de riesgo muy baja… si vamos a una piñata, a un bautizo, a una boda, todo mundo consume… muchas veces escuchamos eso de ‘prefiero que mi hijo tome aquí en la casa’”, comenta Angulo, destacando la normalización del alcohol en eventos sociales.
Historias que impactan
El testimonio de Carlos, un joven de 25 años que inició su consumo a los 11 años, refleja el camino hacia la adicción. “La primera vez que tomé fue en una fiesta familiar… a los 14 ya no podía parar… hoy llevo 4 años sin tomar, me costó mucho, fue perder trabajos, amigos, mi salud…”, comparte, mostrando los riesgos del consumo temprano.
Desafíos y futuro de la prevención
Entre los principales retos identificados por la organización están la expansión de la cobertura, la continuidad del programa y el aumento de la edad de inicio del consumo. Angulo resalta la necesidad de concientización para que los jóvenes puedan tomar decisiones informadas frente a la constante presencia de sustancias en su entorno.