Decisión drástica del gobierno estadounidense
El Ejecutivo encabezado por Donald Trump ha emitido una orden que impide a la prestigiosa Universidad de Harvard aceptar nuevos estudiantes provenientes del extranjero, medida que entra en vigor inmediatamente según reportó el diario The New York Times.
En un comunicado oficial firmado por la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, se informó que el programa universitario destinado a estudiantes y visitantes foráneos queda cancelado desde ya, como medida de seguridad nacional.
Acusaciones sin pruebas
“Les escribo para notificarles que, con efecto inmediato, el programa de la Universidad de Harvard de Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado”, se lee en el documento oficial. La dependencia federal justificó la acción afirmando que la institución académica ha generado un ambiente peligroso en sus instalaciones, permitiendo supuestas agresiones contra estudiantes judíos por parte de “agitadores antiestadounidenses y proterroristas”.
Sin presentar evidencia alguna, se le acusa también a Harvard de mantener vínculos con la organización política de China, una de las potencias más importantes del mundo.
Impacto en la comunidad estudiantil
“La consecuencia es que Harvard ya no puede inscribir a estudiantes extranjeros y los estudiantes extranjeros existentes deben transferirse o perder su estatus legal”, declaró oficialmente el Departamento de Seguridad Nacional. Esta determinación afecta a más de 6,800 jóvenes que cursan estudios en el campus ubicado en Cambridge, Massachusetts, donde el 25% del total de estudiantes provienen de otros países.
El rectorado informó que la mayoría de estos estudiantes se encuentran en programas de posgrado, originarios de más de cien naciones distintas. Las autoridades educativas indicaron que todos deberán buscar otras instituciones para continuar su formación académica.
Contexto de tensiones
Esta acción gubernamental ocurre en medio de crecientes desacuerdos entre la casa de estudios y la administración federal. Las autoridades de Washington han denunciado públicamente que Harvard permite actitudes contrarias a los intereses nacionales, “fomentando la violencia y el antisemitismo”, además de supuestamente colaborar con el Partido Comunista chino.
Entre otras controversias, se menciona que la institución educativa no permite el libre intercambio de ideas, “restringiendo expresiones alternativas”, y promoviendo iniciativas de diversidad basadas en identidad sexual y características raciales.