Un proyecto de ley que contempla un impuesto de 5% sobre las remesas enviadas desde Estados Unidos ha generado preocupación entre la comunidad migrante, especialmente en México, donde más de 40 millones de personas podrían verse afectadas por esta medida, según reportes periodísticos.
Impacto financiero y familiar
La hondureña María Lorenza Carrasco, residente en Florida durante tres décadas, expresó su angustia ante la posibilidad de ver reducido el apoyo económico que envía regularmente a su familia.
“Es una ayuda que les doy a mis hijas y ellas sobreviven de eso, mi hermano, que tiene cáncer. Le van a hacer una operación, le han hecho tres operaciones en Honduras y le volvió el cáncer de nuevo”
, señaló la migrante a una agencia internacional de noticias.
Repercusiones económicas
Un análisis del BBVA México estimó que el costo de transferir 350 dólares desde Estados Unidos a México pasaría de seis a 23.5 dólares con la aplicación del nuevo gravamen. Esta iniciativa forma parte de un paquete fiscal impulsado por el presidente estadounidense, Donald Trump, y actualmente en discusión en la Cámara de Representantes.
El Banco Mundial ha advertido sobre el impacto potencial en países centroamericanos donde las remesas representan casi el 25% del Producto Interno Bruto (PIB), incluyendo naciones como México, Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Reacciones políticas
El Caucus Hispano del Congreso (CHC) ha señalado que la medida afectaría a una amplia gama de personas, incluyendo migrantes sin documentos, portadores de green card y titulares de otros visados. Una migrante con Estatus de Protección Temporal manifestó:
“Claro, [estoy] muy preocupada. Eso no puede ser, no puede ser eso. Imagínese, yo no gano mucho en este país, yo me sacrifico para mandarles el dinero”
.
Ante esta situación, representantes de la comunidad migrante han solicitado intervención gubernamental, incluyendo acciones por parte de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.