Alerta mundial por pérdida acelerada de biodiversidad
El día internacional dedicado a la variedad de formas de vida en el planeta se celebra en medio de advertencias sobre el deterioro generalizado de ecosistemas, aunque expertos reconocen avances específicos en preservación ambiental. Luis Suárez, representante de WWF España, expuso que “En general, estamos perdiendo biodiversidad a marchas forzadas: todos los indicadores van en la misma dirección”, pronosticando un escenario más grave sin políticas globales adecuadas.
Descenso constante de poblaciones animales
Según el informe Planeta Vivo 2024 elaborado por WWF junto con la Sociedad Zoológica de Londres, las comunidades biológicas disminuyen un 2,6 % anual en promedio, siendo particularmente afectados los habitantes de aguas continentales con una reducción del 3,8 %.
El estudio también destaca “entre decenas y cientos de veces mayor” ritmo de extinciones comparado con niveles naturales, sin intervención humana. Otro análisis de la UICN revela que 27 % de los ecosistemas globales enfrentan riesgo y más de 47,000 especies están en peligro de desaparecer, representando el 28 % de las evaluadas.
Causas del colapso ecológico
Ana Benítez, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales, enumeró factores detrás de esta crisis: destrucción de hábitats, explotación excesiva de recursos, calentamiento global, invasión de especies no nativas y contaminación ambiental.
El director del Centro de Investigaciones en Biodiversidad y Cambio Global de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel Moreno, explicó que “Especies y poblaciones viven insertas en redes en las que interaccionan unas con otras en distintas formas”, advirtiendo que la desaparición de un organismo desencadena alteraciones en toda la red ecológica.
Recuperación posible con acciones concretas
A pesar del panorama, Suárez destacó “motivos de esperanza” al señalar recuperaciones exitosas como el lince ibérico, demostrando que “cuando aplicamos medidas de conservación, la Naturaleza reacciona positivamente”.
Benítez enfatizó las consecuencias cuando se pierden funciones esenciales como el control biológico de plagas o la polinización sin alternativas disponibles. “Al cambiar una pieza del puzle que son los ecosistemas, el resto de partes se ven afectadas”, sentenció.
Interdependencia entre humanos y naturaleza
La relación inseparable entre civilización y medio ambiente fue subrayada por organismos internacionales, recordando que “la salud del planeta, de los animales y la nuestra están íntimamente relacionadas”. La ONU destacó que “Más del 80 % de la dieta humana está basada en las plantas y el 80 % de los habitantes rurales depende de medicamentos obtenidos a partir de la vegetación”.
Los expertos coincidieron en que la diversidad biológica trasciende la simple variedad de especies, abarcando también la riqueza genética, la pluralidad de ecosistemas y la funcionalidad de los organismos en su entorno. Moreno y Benítez concluyeron que estas dimensiones combinadas mejoran tanto la resistencia como la capacidad de recuperación de los sistemas naturales frente a perturbaciones.