Resistencia educativa ante fenómeno climático
El miércoles sorprendió una intensa tormenta con caída de granizo en el centro de la Ciudad de México, fenómeno que no logró mover a los docentes afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) establecidos en el Zócalo capitalino.
¿Cómo enfrentó el magisterio la inclemencia? Los profesores anticiparon el cambio climático implementando medidas de protección: colocaron toldos improvisados, estructuras de refuerzo y mejoraron sus carpas. Esta planificación previa permitió que sus instalaciones no sufrieran daños significativos.
Adaptaciones dentro del campamento
La organización del espacio ha sufrido modificaciones para enfrentar las condiciones meteorológicas: los accesos se restringieron por los lazos que cruzan los toldos, y algunos pasillos internos ahora tienen una altura de 1.5 metros.
El entorno comercial dentro del campamento persiste activo, con expendio de alimentos típicos como tlayudas, tacos, elotes y esquites. Además, surgió una microeconomía especializada en hule reforzado para protección de carpas, cuyo costo por metro va de 40 a 50 pesos según su grosor.
Permanencia indefinida
“El campamento de la CNTE continúa instalado en el Zócalo de la capital de manera indefinida y está preparado para resistir cualquier condición climática”, concluyó el reporte original sobre esta manifestación docente que desafía no solo instituciones, sino también los elementos naturales.