Encuentro de dos figuras polares en EE.UU.
Un histórico del rock y el expresidente estadounidense vuelven a cruzarse en un enfrentamiento que combina arte y política. Bruce Springsteen, durante su presentación en Manchester, Reino Unido, no dudó en calificar al gobierno actual como “corrupto, incompetente y traidor”, al tiempo que llamaba a resistir el autoritarismo en una contundente arenga.
Reacciones en cadena
Donald Trump respondió con dureza desde sus plataformas digitales, calificando al músico como “un cretino insistente y desagradable” y cuestionando su relevancia artística. “Rockero vejete (su piel está toda atrofiada)”, escribió, agregando que debería mantenerse callado hasta regresar a su país.
El intercambio no quedó ahí: Springsteen repitió sus críticas en otro concierto, calificando al mandatario como “no apto” y al gobierno como “rebelde”, mientras insistía en que “no tienen interés ni idea de lo que significa ser profundamente estadounidense”.
Historia de confrontaciones políticas
Este no es un conflicto nuevo. En 2024, Springsteen había apoyado a Kamala Harris durante su campaña presidencial, y en 2020 no tuvo reparos en referirse a Trump como “un estafador de Queens”. Su trayectoria artística siempre ha estado marcada por posicionamientos políticos, como ocurrió con Ronald Reagan en los 80 o con Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey.
El analista musical Alan Light destacó que “Springsteen ha hablado con franqueza en su música y sus acciones” durante décadas, señalando que sus recientes declaraciones reflejan su “valentía para hablar en un momento en que muchas instituciones ceden”.
Un choque de culturas
Ambos personajes, a pesar de sus diferencias, comparten características: superan los 70 años, tienen residencias en Nueva Jersey y una base sólida de seguidores entre hombres blancos de mediana edad. Sin embargo, mientras Springsteen usa su arte para denunciar, Trump responde con el estilo directo que lo caracteriza.
Actualmente, el músico continúa su gira europea sin planes de regresar a escenarios estadounidenses este año, mientras su crítica política se mantiene vigente en cada presentación.