La implementación de la Ley Silla en Sinaloa enfrenta una aplicación desigual dos semanas después de su entrada en vigor. La normativa, que exige a empleadores proporcionar sillas con respaldo a trabajadores que laboran de pie, afecta a cerca de 600 mil empleados afiliados al IMSS y 43 mil empresas registradas en el estado.
Realidad mixta en el cumplimiento
Un recorrido por diversos establecimientos reveló diferencias significativas en su aplicación. Mientras algunas gasolineras y supermercados han incorporado las sillas, sectores como la industria, hotelería, restaurantes y seguridad privada reportan un cumplimiento limitado o inexistente.
Trabajadores como Teresa, empleada de Walmart, reconocen beneficios:
“Sí, muy bien. Ya descansamos un momento. Cuando no hay clientes, pues nos podemos sentar. Antes sí estaba más pesado”
. Sin embargo, Isaí Galaviz, despachador en una gasolinera, señala que la medida resulta insuficiente durante horas de mayor afluencia.
Reacciones del sector empresarial
La dirigencia empresarial cuestiona la regulación. Martha Reyes Zazueta, representante de COPARMEX en Sinaloa, critica que se prioricen estas leyes mientras persisten problemas más urgentes como la violencia en el estado.
Julio Silvas Inzunza, líder empresarial, advierte sobre posibles abusos en la fiscalización:
“Todo queda a discreción de un inspector, y discreción muchas veces es sinónimo de corrupción”
. Cuestiona además la generalización de la norma, destacando que en restaurantes,
“las colaboradoras prefieren trabajar activamente porque ganan más propinas”
.
Impacto en formalidad y productividad
El dirigente empresarial explica que reformas como esta afectan a empresas formales:
“La ley parece hecha para poner trabas a quienes ya cumplen. Así no se estimula la formalidad, se castiga”
. También critica la propuesta federal de jornada laboral de 40 horas, argumentando que México enfrenta más problemas de productividad que de horas trabajadas.
Destaca el caso de una empresa local que adoptó el esquema de cinco días laborales:
“El viernes se convirtió en un sábado chiquito. No cumplimos con la producción y eso nos pegó en la operación”
. Propone esquemas más flexibles como aseguramiento por horas o media jornada.
Críticas a enfoque legislativo
Según Silvas Inzunza, estas reformas son
“populistas y electorales”, más enfocadas en votos que en soluciones estructurales
. Martha Reyes Zazueta coincide, calificando las modificaciones como simulación que no resuelve los verdaderos problemas de los trabajadores.
La líder empresarial destaca que
“el gobierno dice ‘te estamos ayudando, pueblo’, pero lo está perjudicando porque muchos empleadores se preguntan cómo van a subir los sueldos si al mismo tiempo se les reduce el tiempo de trabajo”
.
Contexto estadístico y consecuencias legales
Datos de la Organización Internacional del Trabajo indican que en México se laboran en promedio 43.7 horas semanales, muchas de ellas de pie, lo que incrementa riesgos de salud como fatiga, várices y problemas circulatorios.
La Ley Silla establece sanciones de entre 250 y 2,500 UMAS (hasta 270 mil pesos) por incumplimiento. En casos graves o reincidentes, se contempla la suspensión de operaciones del centro laboral.