Justicia australiana impone máxima sanción
El sistema judicial de Australia dictó sentencias de por vida contra Jack Brearley y Brodie Palmer, acusados del fallecimiento de un joven aborigen de 15 años en circunstancias que las autoridades calificaron como un acto con motivaciones étnicas.
Durante la audiencia, el juez Peter Quinlan del Alto Tribunal de Australia Occidental expresó: “Tu ataque fue consistente y sostenido (…) ni siquiera tuviste un pequeño (lapso) de contención” dirigiéndose al condenado Jack Brearley, según reportó el medio estatal ABC.
Responsabilidades y condenas
Los dos individuos sentenciados cumplirán condenas sin derecho a libertad condicional durante 22 y 18 años respectivamente. A pesar de que uno de ellos no participó directamente en la agresión física, el tribunal lo consideró igualmente responsable.
Un tercer involucrado en los hechos, identificado como Mitchell Forth, fue sentenciado a doce años de prisión bajo cargos de fallecimiento culposo.
Circunstancias del ataque
El suceso trágico ocurrió el 13 de octubre de 2022, cuando la víctima salía de su instituto educativo en la localidad de Perth. La agresión física incluyó el uso de un objeto metálico y causó la muerte del adolescente diez días después.
Las autoridades judiciales declararon culpables a los tres implicados en mayo de este año. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, manifestó públicamente que el caso “claramente tiene una motivación racial“.
Polémicas posteriores
El caso generó controversia adicional tras las declaraciones del jefe policial regional, Col Blanch, quien sugirió durante una entrevista radial que el joven “estuvo en el lugar equivocado y en el momento equivocado“.
Las comunidades originarias australianas, que constituyen el 3.2% de la población nacional, han enfrentado históricamente exclusiones sociales, despojos territoriales y discriminación institucional desde la época colonial.