Política
Viaje emocional a la Ciudad Eterna
La distinguida académica Mariàngela Vilallonga, filóloga clásica y exconsejera de Cultura de Cataluña, revela en una publicación reciente sus profundas conexiones personales con la capital italiana. En su texto «Les meves Romes» publicado en la revista «GiDona», detalla cómo la urbe transalpina influyó en su desarrollo profesional y sentimental desde su primera visita en 1976.
Descubrimiento académico y afectivo
La investigadora recuerda emocionada: «Conocí Roma por primera vez en 1976, cuando empecé a ir a la Biblioteca Apostólica Vaticana a estudiar los incunables y los manuscritos de Jeroni Pau». Durante ese periodo consultó documentos históricos esenciales para su trabajo doctoral sobre el humanista catalán que escribió la primera historia de Barcelona. «Entraba y salía del Vaticano como si fuera mi casa» confiesa, destacando su acceso privilegiado a archivos vaticanos gracias al protagonismo de Jeroni Pau en la curia papal.
Roma: puente entre generaciones
La catedrática emérita detalla cómo compartió esta experiencia con diferentes grupos: «he acompañado como cicerone a alumnos, amigos y familiares». Destacan especialmente dos viajes significativos: uno con su padre tras el fallecimiento de su madre, y otro reciente en mayo de 2025 junto a su hijo y nietos. «Desde Roma, con mis nietos y la felicidad. La Roma eterna que nunca morirá mientras alguien pueda continuar subiendo las escaleras del Campidoglio».
Contribuciones culturales y reconocimientos
Además de su labor académica en Roma, Vilallonga participó recientemente en la presentación de un itinerario literario dedicado al Santuario de la Mare de Déu del Mont, vinculado a Jacint Verdaguer con motivo del 180 aniversario de su nacimiento. Su trayectoria profesional incluye una etapa como consejera de Cultura de la Generalitat de Cataluña (2019-2020) y fue galardonada en 2016 con la Creu de Sant Jordi por sus investigaciones en literatura humanística latina de la Corona de Aragón.
