Alejandro Sanz afronta acusaciones de abuso de poder por parte de una fan: ‘Qué pena que el vínculo se rompiera’

Reacción del cantante ante las acusaciones

Alejandro Sanz respondió públicamente a las denuncias presentadas por Ivet Playà, una admiradora que lo acusó de abuso de poder y comportamientos inadecuados. A través de una publicación en su cuenta de Instagram, el artista expresó su pesar por la ruptura de la conexión que asegura haber existido entre ambos. “Ivet, yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas compartiendo su cariño, siendo libres. Qué pena que este sentimiento se haya roto ahora”, manifestó Sanz en su mensaje.

Origen del distanciamiento

El cantante español explicó que la relación terminó recientemente tras rechazar una propuesta de inversión en negocios familiares que le había presentado la joven. “En el mes de mayo me ofreciste participar en invertir en unos negocios familiares tuyos, tras revisarlo con mis asesores te dije que no”, detalló el artista, sin precisar la naturaleza específica de los negocios en cuestión.

Detalles de la relación y acusaciones

Ivet Playà, de 26 años, compartió un video en sus redes sociales el 15 de junio donde relata cómo iniciaron los contactos con Sanz, culminando en lo que ella describe como un “vínculo íntimo y sexual”. La mujer asegura que cuando se conocieron en persona, la diferencia de edad era significativa (ella tenía 18 años y él 49), lo que considera un factor de abuso de poder.

En su testimonio, la joven expresa sentimientos de decepción y manipulación: “Para mí ha sido sumamente duro asumir que Alejandro Sanz sabía perfectamente lo que yo era, desde el principio lo sabía; yo era una niña (…) jugó con mis sueños, con mi ilusión (…) mi vínculo con él fue irremediable y se convirtió en íntimo y sexual. Se suponía que yo estaba viviendo un sueño, pero la realidad es que se convirtió en una terrible pesadilla”.

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Consecuencias personales para la denunciante

Según relata, Sanz llegó a contratarla para trabajar en su equipo, situación que, según su testimonio, derivó en una relación que trascendió lo profesional. “No tengo palabras para expresar todo lo que he sentido; me siento engañada, utilizada, humillada, incluso sucia porque no sé quién haya podido llegar a ver lo que yo le mandaba en mi más absoluta e íntegra intimidad”, declaró Playà, refiriéndose a conversaciones privadas que supuestamente fueron vistas por terceros.