La pandemia de covid-19 aceleró la migración de actividades cotidianas al entorno digital, exponiendo con mayor claridad una problemática históricamente ignorada: la violencia en entornos virtuales.
Origen de un movimiento transformador
Esta realidad fue puesta de relieve por Olimpia Coral Melo, activista mexicana que desde hace años encabeza una campaña para que se reconozca y sancione legalmente esta forma de agresión. Su esfuerzo resultó en la creación de la legislación que lleva su nombre, conocida como Ley Olimpia, diseñada para penalizar la distribución no autorizada de material íntimo y distintas modalidades de acoso en línea.
La historia de esta iniciativa y el trabajo colectivo detrás de ella se presenta en un documental dirigido por Indira Cato, el cual será presentado en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. La producción recoge cinco años de trayectoria desde los primeros esfuerzos legislativos estatales hasta la aprobación de alcance nacional en 2020.
Impacto internacional y reconocimiento
El alcance de esta iniciativa ha trascendido las fronteras mexicanas: actualmente 28 entidades federativas cuentan con normativas relacionadas con la violencia digital, mientras Argentina, Estados Unidos y Uruguay han adoptado o están en proceso de implementar leyes basadas en este modelo.
“Estados Unidos acaba de aprobar una ley inspirada en un 70 % en la Ley Olimpia, donde además participamos en ese proceso legislativo”, aseguró Coral Melo.
Para la activista, el logro más significativo va más allá de la sanción penal, ya que busca modificar la percepción social respecto al cuerpo femenino, promoviendo que deje de ser considerado como objeto de ridiculización o espectáculo en plataformas digitales.
Acción colectiva y visibilización
El documental también retrata las movilizaciones organizadas por el colectivo ?Defensoras digitales? y el trabajo en equipo que sustentó todo el proceso legislativo. La producción, liderada principalmente por mujeres, refleja tanto su compromiso artístico como su participación activa en el movimiento social.
La obra forma parte de la competencia por el Premio Mezcal y será exhibida junto a más de 200 producciones en categorías como ficción, documental, animación y contenidos con enfoque ambiental o diversidad sexual. El festival se desarrollará en Guadalajara hasta el 14 de junio.
El propósito de las creadoras es que esta producción no se limite a espacios cinematográficos, sino que llegue a organizaciones, colectivos y comunidades interesadas en comprender mejor la violencia digital y desarrollar estrategias de combate desde la acción colectiva.