Javier Bardem, actor español con trayectoria internacional, enfrentó un desafío particular al interpretar al padre de los hermanos Menéndez en la serie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez, disponible en Netflix. Durante una conversación con el actor mexicano Diego Luna en una publicación de la revista Variety, Bardem reveló que existió un momento en el que se negó a participar en una escena determinada debido a su naturaleza.
Un personaje complejo
El protagonista de No es país para viejos y Mar adentro indicó que cuando conoció los detalles del guion, supo que estaba cerca de romper una ‘regla implícita’ que muchos intérpretes suelen respetar: no encarnar a personajes acusados de delitos sexuales contra menores. Al enterarse de que José Menéndez, su personaje, era señalado por sus hijos como presunto autor de abusos, el actor expresó su incomodidad: ‘No puedo interpretar ninguna escena con un menor en una habitación’. Y agregó: ‘No es que no quiera, que tampoco quiero. Es que no puedo: puedo usar una pistola para ganado matando gente en No es país para viejos, pero ¿esto? No soy capaz de hacerlo’.
Una decisión compartida
El showrunner de la serie, Ryan Murphy, aseguró al actor que no existía intención de recrear esas escenas. Bardem destacó además que los presuntos abusos son un asunto que nunca ha sido confirmado: ‘Cuatro personas saben si realmente ocurrió’, mencionó, ‘dos de ellas, los padres, están muertas y las otras dos en prisión. Nadie lo sabe’.
Un reto interpretativo
Si bien al principio el contenido de la historia lo inquietó, la ambigüedad del personaje terminó atrayéndolo. ‘Tengo que interpretar a un personaje que se supone que es capaz de hacer esas cosas, esas atrocidades, pero al mismo tiempo no sabemos si realmente lo hizo’, detalló. La crítica ha valorado positivamente su actuación, considerando que logró transmitir con precisión la complejidad del rol.
