Estrategia de investigación sin precedentes
Un estudio pionero liderado por Topher McDougal y Sean Campbell ha desentrañado nuevas formas de medir el flujo de armamento ilegal entre Estados Unidos y México. La investigación se enmarca en un contexto de inversión estadounidense superior a los 3,000 millones de dólares desde 2008 destinados a contener la violencia en territorio mexicano, esfuerzo que ha sido contrarrestado por políticas laxas en materia de control armamentístico.
Fuentes de datos y metodología
El equipo recolectó información de múltiples fuentes, incluyendo registros de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y datos filtrados de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF). Estos archivos comprenden información sobre más de 24,000 armas decomisadas, de las cuales 15,000 tenían origen estadounidense. “La información del gobierno de México filtrada por Guacamaya Leaks en 2022, incluía datos de rastreo de armas de fuego de noviembre de 2018 a diciembre de 2020 del Centro Nacional de Análisis, Planificación e Inteligencia de la ATF”, detallaron los investigadores.
Resultados alarmantes
El análisis, realizado mediante el método de captura-recaptura, estimó que entre 72,819 y 258,101 armas de fuego cruzaron la frontera ilegalmente en 2022, con un promedio de 135,000 unidades. “Un aumento del 1% en el tráfico conlleva un aumento del 0.48% en las tasas de homicidios”, reveló el estudio al cruzar datos con estadísticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Impacto en seguridad
El estudio destaca que más del 66% de las armas recuperadas en México provienen de Estados Unidos, con apenas un 6% adquirido mediante canales legales. Los datos también muestran una relación directa entre las adquisiciones policiales y las incautaciones ilegales: “Un aumento promedio del 10% en los pedidos de armas de la policía entre 2006 y 2018 condujo a un aumento del 1.4% en las incautaciones ilegales al año siguiente”.
Regulaciones y cumplimiento
El estudio evaluó el impacto de ocho leyes federales estadounidenses sobre reportes en punto de venta, concluyendo que “la mayoría de las leyes sobre armas de fuego reducen la cantidad de tiempo que las armas pasan en el mercado ilícito”. Las llamadas “leyes de purga” mostraron resultados significativos, aumentando entre 126% y 257% la probabilidad de recuperación de armas ilegales.
Escenario actual
Con más de 75,000 distribuidores autorizados en Estados Unidos, la investigación encontró que aproximadamente el 12% de los titulares de licencias enfrentan acciones regulatorias anuales. “Los licenciatarios que recibieron acciones de cumplimiento contribuyeron entre un 5% y un 21% más de armas al tráfico entre Estados Unidos y México que los que no recibieron ninguna acción”, según revelaron los datos de la ATF.