Un dispositivo revolucionario en diseño y materiales
El Galaxy S25 Edge, recién presentado por Samsung, se ha convertido en el teléfono móvil más fino y ligero fabricado por la compañía. Con un grosor de apenas 5,8 mm, este dispositivo incorpora una combinación de titanio y cristal, materiales propios de equipos de alta gama. La elección del titanio como componente estructural clave ha sido fundamental para lograr este diseño extremadamente compacto.
Desafíos técnicos superados
El uso del titanio no solo permite el ahorro de espacio, sino que también ofrece una resistencia significativa. Este material es aproximadamente el doble de resistente que el aluminio tradicionalmente utilizado, aunque su peso es un 60% superior. La construcción del S25 Edge representa un logro notable, considerando que supera en delgadez incluso al iPhone 16 Pro, cuyo grosor alcanza los 8,4 mm.
Evaluación de resistencia por JerryRigEverything
El reconocido canal de análisis tecnológico JerryRigEverything sometió al Galaxy S25 Edge a su prueba de durabilidad estándar. El resultado en resistencia a arañazos resultó convencional: la pantalla, protegida por Gorilla Glass Ceramic 2, muestra marcas visibles a partir del nivel 6 en la escala de Mohs, con daños más profundos al llegar al nivel 7.
“Es espectacular lo que ha conseguido Samsung con el Galaxy S25 Edge”
Resistencia a impactos y prueba de doblado
El sensor de huellas integrado en la pantalla mantiene su funcionalidad incluso después de recibir múltiples rasguños. Aunque en situaciones extremas podría verse afectado, bajo condiciones normales de uso no debería presentar problemas. La verdadera prueba crítica para este dispositivo fue la de doblado, considerando su extremada delgadez.
El Galaxy S25 Edge superó la prueba de doblado manteniendo su funcionamiento intacto, aunque no salió completamente indemne. Se observó que en la zona cercana a la cámara trasera, el marco presenta una leve separación que compromete su certificación IP68 de protección contra el agua y el polvo. Este resultado confirma que, aunque estructuralmente resistente, el diseño extremadamente fino tiene sus limitaciones en términos de integridad total bajo esfuerzos extremos.