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Opinión de Dildablo sobre ‘Preocúpate por nada, querida’ [Calificación: 4] – FilmAffinity

Publicado

el

Entorno cinematográfico de crítica

España · Madrid

Voto de Dildablo: 4

2022, , , …

6,0

12.590.

Trama de la cinta

Alice (Pugh) y Jack (Styles) tienen la suerte de vivir en la comunidad idealizada de Victoria, una ciudad experimental creada por una compañía en donde los hombres que trabajan para el “Proyecto Victoria”, de alto secreto, viven con sus familias. Pero cuando empiezan a aparecer grietas en su idílica vida, exponiendo destellos de algo mucho más siniestro que se esconde bajo la atractiva fachada, Alice no puede evitar cuestionarse …

Lanzamiento de la crítica

3 de junio de 2025

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Estilo visual y temática

Desde los primeros minutos, Don’t Worry Darling te lanza a una recreación lujosa de la América idealizada de los años 50, con colores pastel, coches brillantes y roles de género más marcados que una faja. Aquí, los hombres trabajan en “el proyecto”, las mujeres cocinan y bailan, y el subtexto grita a pleno pulmón: ¡Crítica feminista a la sociedad patriarcal!

Premisas y expectativas

Ya sabemos por dónde van los tiros. El control masculino, la domesticación como forma de opresión, la ilusión de la perfección como cárcel. Y en ese punto, el interés se mantiene. Porque sí, una realidad virtual como mecanismo de control psicológico y social tiene potencial. Lo que uno espera entonces es una justificación sólida de ese giro. Error.

Selección de actores

Y luego está el casting, que pretende reflejar a la comunidad incel, pero con Harry Styles y Chris Pine, dos hombres que si entraran en un foro de incels los expulsaban por guapos. Por muy bien que Styles llore frente al volante, cuesta creer que represente a un tipo social aislado y frustrado con las mujeres.

Problemas narrativos

Y eso nos lleva al gran problema de la película. No tiene claro lo que quiere decir. Porque se intuye intención, se intuye crítica, se intuye metáfora… pero nunca se concreta nada. Wilde juega a ser Aronofsky (de ahí que haya reclutado al genial Matthew Libatique como director de fotografía), pero se queda en un batiburrillo visual con muchas ideas inconexas, guiños vacíos y simbolismos que nunca terminan de explicarse.

Estilo de dirección

La dirección de Wilde es plana, sin garra, sin construcción de tensión real. Los momentos de “pesadilla” son más videoclip que progresión dramática. El montaje parece querer ayudarte a entender algo que ni el guion entiende. Todo parece estar a medio cocer, incluso la supuesta rebelión final, que se resuelve en una huida sin peso ni emoción. Y ni hablar de ese plano final con el fundido a negro y el suspiro.

Conclusión del análisis

Resumiendo, Don’t Worry Darling quiere decir muchas cosas, pero no tiene muy claro cuál es su idioma. Es una película atrapada entre el manifiesto político y el thriller psicológico, sin desarrollar ni lo uno ni lo otro. Eso sí, se ve preciosa.

Reacción del lector

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