La ciudadanía enfrentó múltiples obstáculos durante el proceso electoral reciente, incluyendo la falta de tiempo y recursos por parte del organismo comicial. La autora describe su experiencia personal al acudir a las urnas, destacando la escasa afluencia de votantes en su mesa.
Fui a depositar mi voto en un contexto de desacuerdo con el diseño institucional del proceso, señalando que las modificaciones normativas no surgieron de consensos amplios con los actores políticos. “No comparto el objetivo autoritario de concentración de poder, ni las formas y procedimientos para renovar los cargos del Poder Judicial”, afirma.
Irregularidades y flexibilización de normas marcaron la jornada
La autora detalla cómo se relajaron progresivamente los mecanismos de control electoral, lo que permitió situaciones que alteraron la paridad entre contendientes. “Lo que no se valía una semana, pasó a aceptarse a la siguiente”, denuncia al referirse a las decisiones contradictorias de los magistrados.
La limitación para presentar impugnaciones ante el tribunal electoral restringió los derechos políticos, al permitir únicamente a los candidatos ejercer este derecho. Sin embargo, destaca el caso particular de la organización Poder Ciudadano, donde participa como consejera, cuyo recurso fue admitido y resuelto favorablemente.
Incógnitas sobre el significado real del bajo padrón electoral
La escritora plantea interrogantes sobre las causas de la mínima participación ciudadana, mencionando las imágenes de casillas desiertas y la falta de funcionarios para operarlas. Plantea dos posibles explicaciones: una estrategia deliberada de gobierno para permitir maduración de un proyecto político o bien una muestra de debilidad en la gestión actual.
“A estas horas no sé si se trató de una operación de Estado orquestada por una mente perversísima que buscara cumplir la sugerencia de la entonces presidenta electa de darle tiempo de maduración a este proyecto o, de plano, del abandono político en que desempeña su gestión”
La incertidumbre persiste sobre el verdadero significado de estos comicios, que según su apreciación, carecieron de movilización social y estructuras partidistas sólidas que respaldaran la iniciativa gubernamental.