La temporada cálida incrementa los riesgos de padecimientos digestivos, advierten expertos en salud pública. Las elevadas temperaturas crean condiciones ideales para la rápida proliferación de microorganismos patógenos en los alimentos, lo que eleva la posibilidad de enfermedades por intoxicación alimentaria.
Prácticas esenciales para conservar alimentos
Los especialistas recomiendan planificar menús semanales para adquirir solo los ingredientes necesarios. Esto asegura productos más frescos y reduce el desperdicio. Al seleccionar alimentos, es fundamental verificar su apariencia: color natural, ausencia de olores extraños y falta de moho. Cualquier indicio de deterioro debe considerarse una alerta para desecharlos.
La prevención también incluye medidas de higiene básicas pero efectivas. El lavado minucioso de manos con agua y jabón antes de manipular alimentos es fundamental. Se sugiere utilizar utensilios diferenciados para alimentos crudos y cocidos para evitar contaminación cruzada.
Almacenamiento adecuado de productos frescos
Después de adquirir frutas y verduras, se recomienda un proceso específico de limpieza: lavarlas abundantemente, dejar secar al aire libre y terminar con un paño limpio antes de refrigerarlas. Deben guardarse en bolsas perforadas dentro del cajón de vegetales para mantener su duración óptima.
En cuanto a carnes, “se deben consumir dentro de los 3 a 5 días posteriores a su compra si están refrigeradas, o congelarlas inmediatamente si se planea usar posteriormente”. Los productos marinos requieren congelación permanente excepto cuando se consumirán al día siguiente.
Cuidado de alimentos cocinados
Para los platillos ya preparados, se indica que “deben enfriarse adecuadamente antes de refrigerarlos y almacenarse en recipientes herméticos”. Su vida útil puede prolongarse hasta 1-2 meses si se congelan desde el inicio.
“Cuidar los alimentos en esta temporada de calor no es tan complicado. Comienza con pequeñas acciones que protegerán tu salud y la de tu familia. No olvides lavarte las manos, almacenar herméticamente los alimentos, mantenerlos en refrigeración o congelación para que puedas disfrutar de ellos sin preocupaciones”