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Calor extremo y salud mental: experta alerta sobre impacto multifacético de las altas temperaturas

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Un fenómeno climático sin precedentes desde 1950 azota España con registros térmicos que superan los 40 grados Celsius, según reporta la Agencia Estatal de Meteorología. Esta situación ha generado preocupación entre especialistas por sus implicaciones en la salud humana, tanto física como psicológica.

Impacto psicológico del clima extremo

“El tiempo lo determina absolutamente todo: desde cuándo salimos a pasear hasta cómo nos vestimos, conducimos o qué comemos. Pero, sobre todo, influye notablemente en nuestra salud física y mental”, destacó Mar Gómez, especialista en meteorología y geofísica durante una presentación en la Real Academia de San Quirce. La experta detalló que entre el 30 y 60% de la población presenta sensibilidad a los cambios climáticos, lo que puede intensificar sus condiciones médicas preexistentes.

Riesgos para la salud física y mental

Los peligros físicos del calor extremo son ampliamente documentados: insolaciones, deshidrataciones severas, golpes de calor y calambres musculares, con datos que muestran 2,190 fallecimientos relacionados en España durante la temporada estival del año anterior. No obstante, el impacto psicológico también es significativo. Investigaciones recientes, como el estudio de la Universidad de Adelaida en Australia, predicen un incremento del 50% en trastornos mentales para 2050 vinculados al calentamiento global.

Conexión entre clima y comportamiento

La investigadora mencionó el fenómeno denominado “calor criminal”, que asocia temperaturas elevadas con mayor irritabilidad y, en escenarios extremos, con conductas violentas. Aunque no hay consenso científico definitivo, un estudio español de 2018 reveló que “el riesgo de feminicidios en pareja aumenta a los tres días de una ola de calor”, registrando un 28.8% de incremento por cada grado sobre 34°C en personas predispuestas a la agresividad.

Factores atmosféricos y bienestar emocional

Además del calor, otros fenómenos climáticos afectan la salud psicológica. Gómez explicó que “cuando la presión disminuye, los tejidos del cuerpo se expanden, ejerciendo mayor presión interna y empeorando condiciones como artrosis, artritis o migrañas”. Particularmente destacó el efecto Föhn, vientos cálidos y secos que, al cargarse de iones positivos en regiones montañosas, “pueden provocar ansiedad, depresión e incluso aumentar las tasas de suicidio”, fenómeno conocido como “vientos de la locura” que afecta la serotonina, neurotransmisor crucial para la estabilidad emocional.

La experta reconoció beneficios del sol, como la síntesis de vitamina D que mejora el estado de ánimo, aunque advirtió sobre el deterioro cognitivo en niños expuestos a la contaminación atmosférica intensificada por el cambio climático.

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