Monarca británico envía mensaje de apoyo durante visita histórica
El rey Carlos III realizó una visita protocolaria a Canadá en mayo de 2025, convirtiéndose en el primer monarca en leer el “discurso del trono” ante el Parlamento canadiense en casi cincuenta años. Su presencia, considerada “extraordinaria” por expertos académicos, tuvo lugar en un contexto de creciente tensión geopolítica.
“Canadá se enfrenta a desafíos sin precedentes en nuestras vidas”, afirmó el monarca durante su alocución, resaltando la importancia de “la democracia, el pluralismo, el Estado de derecho, la autodeterminación y la libertad”. La ceremonia, cargada de simbolismo, incluyó un saludo de 21 cañonazos y el izado del estandarte real en el edificio legislativo.
Presión anexionista de Trump motiva mensaje implícito
Desde su retorno a la Casa Blanca en enero de 2025, Donald Trump ha reiterado públicamente su interés por “incorporar a Canadá como el estado 51”. Esta retórica ha generado preocupación en Ottawa, donde el gobierno del primer ministro Mark Carney busca consolidar la identidad nacional y reforzar alianzas estratégicas.
El mandatario estadounidense ha vinculado la integración militar al futuro político del país, proponiendo acceso gratuito al sistema de defensa antimisiles “Cúpula Dorada” a cambio de su anexión. Según Trump, el sistema costaría 175,000 millones de dólares y estaría listo en 2029, mientras que la participación independiente de Canadá tendría un costo de 61,000 millones.
Respuesta popular y contexto institucional
“Nadie quiere ser absorbido por Estados Unidos”
, expresó una ciudadana canadiense durante los eventos conmemorativos. Miles de personas asistieron al desfile real, con algunos manifestantes mostrando pancartas que decían “El país no está a la venta”, en clara alusión a las propuestas de Trump.
El evento tuvo lugar en una sede alternativa del Senado, dentro de una antigua estación de trenes, y marcó un hito histórico al ser solo la tercera ocasión en que un soberano británico pronunciaba el discurso legislativo en Canadá. Esta tradición, establecida por la reina Isabel II en 1957 y 1977, refuerza los vínculos institucionales entre ambos países.
El rey Carlos III, acompañado por la reina Camila en su gira, dedicó su mensaje final a promover la cooperación internacional, destacando el potencial de Canadá para “construir una coalición de países que crean en la cooperación internacional y el libre comercio de bienes, servicios e ideas”.