El legislador de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Alberto Catalán, presentó una propuesta legislativa en el Congreso con el objetivo de prohibir y desmantelar organizaciones que promuevan o glorifiquen el terrorismo. Esta iniciativa fue presentada en la Comisión Constitucional, destacando que “el culto a ETA y a sus terroristas está lejos de desaparecer”.
Impacto de la violencia terrorista en España
En su exposición, el diputado recordó que ETA fue responsable de la muerte de 853 personas, dejó heridas a miles y afectó a otros tantos mediante persecuciones, amenazas y extorsiones. También se refirió a los ataques del 11 de marzo de 2004 en Madrid, donde 193 personas perdieron la vida y más de 1.761 resultaron heridas debido a acciones terroristas de carácter yihadista.
Denuncias por actos de exaltación del terrorismo
Según información proporcionada por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (COVITE), se han documentado numerosas actividades que alaban a grupos terroristas. Entre ellas se registran 158 eventos en Vizcaya, 145 en Guipúzcoa, 60 en Navarra, 24 en Álava, 23 en otras regiones y 11 en el extranjero, principalmente en el sur de Francia.
Reconocimiento a terroristas en eventos públicos
El parlamentario señaló que “es indignante comprobar cómo fiestas populares o fechas señaladas, calles y plazas, fundamentalmente de la Comunidad Foral de Navarra y de la Comunidad Autónoma Vasca, se convierten en contextos ideales para enaltecer a ETA y a sus miembros muertos o en prisión”. También criticó que algunos municipios incluyan en sus redes sociales o en agendas oficiales mensajes de apoyo a presos de ETA.
Modificaciones legales propuestas
La iniciativa impulsada por Catalán busca actualizar la Ley Orgánica 1/2002 relacionada con el derecho de asociación, agregando como motivo válido para la disolución de una organización “realizar actividades que constituyan apología del terrorismo, bien ensalzando a la banda terrorista ETA o cualquier otra organización terrorista o bien enalteciendo a sus dirigentes, miembros, colaboradores o presos, cuando concurra menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas del terrorismo, o incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las mismas por su condición de tales”.
“Que haya asociaciones y colectivos que ensalcen el terrorismo, que realicen actos para honrar y reconocer la trayectoria y la figura de terroristas es una aberración democrática. Es una auténtica vergüenza que las víctimas del terrorismo, además de sufrir la pérdida o mutilación de un ser querido, tengan que ver cómo se homenajea a sus asesinos”