Despliegue de carritos en calles históricas
Un grupo de vendedores ha implementado una táctica novedosa para evitar ser retirado del Centro Histórico de Querétaro. En lugar de establecer puestos fijos en jardines y plazas, ahora recorren las calles con carritos de carga, comúnmente conocidos como “diablitos”. Esta estrategia les permite movilizarse rápidamente ante la presencia de inspectores municipales.
Impacto en ventas y estrategias de supervivencia
Las comerciantes, en su mayoría mujeres acompañadas de sus hijos, han manifestado que las ventas en el mercado artesanal oficial no generan ingresos suficientes para cubrir sus necesidades diarias. “Sí, nos vamos para allá, una quiere sentarse y llega inspección, y con el diablito es más rápido. Ni un peso hay allá, ayer caminé y caminé, estuvo floja la venta allá”, explicó una de las afectadas.
Rutas y presencia en espacios públicos
El movimiento de estos vendedores abarca múltiples puntos del Centro Histórico, incluyendo los jardines Guerrero, Zenea y de La Corregidora, así como las plazas Constitución y de Armas, y el andador 5 de mayo. A pesar de contar con permisos para vender en ciertos espacios gubernamentales, continúan buscando alternativas para incrementar sus ingresos.
Posición oficial y mejoras en el espacio público
El alcalde Felipe Macías destacó los avances en limpieza y orden del Centro Histórico. “Hoy, como nunca antes, tenemos un Centro Histórico mucho más ordenado, hemos logrado lo que no se había hecho en muchísimos años, tener las plazas públicas libres de comercio ambulante”, afirmó el funcionario. Anunció que próximamente se presentarán nuevas acciones para fortalecer el comercio local en la zona.
Movimiento constante y evasión de controles
Según reportes de los propios comerciantes, la táctica del “diablito” permite mayor movilidad. “Todos los que están allá (en el mercado artesanal) salimos, andamos con el diablito aquí y allá, vemos a los de inspección allá, toman fotos, pero nos vamos”, aseguraron.