Microsoft ha desarrollado Aurora, un sistema de inteligencia artificial que ha superado en eficacia a los centros meteorológicos tradicionales para predecir huracanes, calidad del aire y fenómenos climáticos extremos. Los logros de esta tecnología fueron publicados en la revista Nature, mostrando que en el 92% de los casos supera al modelo del Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Medio Plazo.
Capacidad predictiva con antelación
Aurora logró anticipar con cuatro días de anticipación la trayectoria precisa del tifón Doksuri en 2023, mientras que los métodos oficiales ubicaron incorrectamente la tormenta al norte de Taiwán. Esta capacidad de predicción precisa puede marcar la diferencia entre la evacuación oportuna de una región o no realizarla, con implicaciones trascendentales.
Enfoque innovador basado en datos históricos
Lo destacable de Aurora es que funciona exclusivamente a partir de datos históricos, sin emplear las complejas ecuaciones físicas usadas durante décadas en meteorología. Esto permite generar pronósticos globales con una resolución de 10 kilómetros cuadrados para plazos de hasta 10 días, todo ello con un costo computacional significativamente inferior al de los sistemas convencionales.
Competencia en el desarrollo de tecnologías similares
Microsoft no es el único actor en este campo. Huawei lanzó en 2023 su modelo Pangu-Weather, y Google presentó GenCast con capacidades comparables, evidenciando la intensa competencia entre grandes empresas tecnológicas. Además, instituciones como el Centro Europeo de Pronósticos ya opera un modelo de IA con resolución de 30 kilómetros cuadrados y un costo 1.000 veces menor que los métodos clásicos.
Aplicaciones en salud pública y desafíos climáticos
Aurora también destaca por su precisión en la predicción de la calidad del aire y contaminación atmosférica, factores cruciales para la salud pública en áreas urbanas densamente pobladas. La inteligencia artificial ya ha mostrado su utilidad en aplicaciones médicas, y su integración en meteorología podría tener impactos positivos en la salud colectiva.
Próximos desafíos y perspectivas
A pesar de sus avances, Aurora aún no está disponible comercialmente y sus resultados permanecen en fase experimental. El siguiente paso será incorporar datos en tiempo real procedentes de satélites y estaciones meteorológicas para producir pronósticos hiperlocales que beneficien a comunidades específicas. Según Paris Perdikaris, de la Universidad de Pensilvania: “Estamos al inicio de una transformación en las ciencias atmosféricas”.